En la zona Roja
Independiente cayó 1-0 ante Godoy Cruz y quedó en descenso. El equipo
de Gallego pegó tres tiros en los palos y terminó sufriendo con el gol
de Castro. Ahora necesita una manito de Racing, que visita a San Martín
(SJ). El Tolo se fue sin hablar.
Es el penal de Farías a las nubes contra Newell's. Es la
seguidilla de lesiones constantes en la defensa. Es ese cabezazo aislado
de Lisandro López en Sarandí para perder. Es la mala suerte, la mala
puntería, la mala racha de Independiente... Los oasis ante Vélez y
Racing se van evaporando, y el equipo de Gallego se dio un golpazo, otro
más, ante Godoy Cruz: cayó 1-0 en el Libertadores de América por el gol
de Alexis Castro.
Se habla de mala suerte porque Independiente hizo todo para ganarlo. Todo, claro, menos el gol, lo más importante. Con desmarques, dinamismo, diagonales, el Rojo rompió constantemente la defensa del Godoy Cruz de Palermo para crear situaciones: cuatro muy claras en el primer tiempo, con un cabezazo al travesaño de Velázquez incluido. Y hasta polémica: Pitana cobró una falta a Leguizamón afuera del área que estaba al límite. El Tomba, pese a dominar la pelota por momentos, careció de peso arriba y no supo cómo contener los ataques del rival.
La segunda parte nuevamente tuvo a un Independiente ofensivo, incisivo. Y también a un Independiente que no se cansa de chocar contra sus fantasmas: Caicedo aprovechó un rebote, definió por encima de Ibáñez y se encontró con un palo. Apenas un minuto después, Godoy Cruz aprovechó con un seco y preciso remate de Alexis Castro abajo para poner el 1-0 desde afuera del área. Ya en desventaja, el Rojo fue un manojo de nervios, de pelotazos, de intentos con corazón y sin cabeza. Y con más mala suerte todavía: Caicedo metió otro cabezazo al travesaño.
Godoy Cruz, con un estilo de juego definido aunque todavía carente de una referencia en el área, se vuelve a Mendoza con la copa de vino rebosante: el equipo de Palermo es el único puntero, esperando que jueguen Lanús, River y Arsenal. Independiente, en cambio, mira la otra tabla. Quedó en zona de descenso con casi el mismo puntaje que Quilmes y un panorama oscuro: el Cervecero y San Martín de San Juan pueden pasarlo si suman de a tres esta fecha. Al Rojo le siguen metiendo palos en la rueda.
Fuente : Olé
Se habla de mala suerte porque Independiente hizo todo para ganarlo. Todo, claro, menos el gol, lo más importante. Con desmarques, dinamismo, diagonales, el Rojo rompió constantemente la defensa del Godoy Cruz de Palermo para crear situaciones: cuatro muy claras en el primer tiempo, con un cabezazo al travesaño de Velázquez incluido. Y hasta polémica: Pitana cobró una falta a Leguizamón afuera del área que estaba al límite. El Tomba, pese a dominar la pelota por momentos, careció de peso arriba y no supo cómo contener los ataques del rival.
La segunda parte nuevamente tuvo a un Independiente ofensivo, incisivo. Y también a un Independiente que no se cansa de chocar contra sus fantasmas: Caicedo aprovechó un rebote, definió por encima de Ibáñez y se encontró con un palo. Apenas un minuto después, Godoy Cruz aprovechó con un seco y preciso remate de Alexis Castro abajo para poner el 1-0 desde afuera del área. Ya en desventaja, el Rojo fue un manojo de nervios, de pelotazos, de intentos con corazón y sin cabeza. Y con más mala suerte todavía: Caicedo metió otro cabezazo al travesaño.
Godoy Cruz, con un estilo de juego definido aunque todavía carente de una referencia en el área, se vuelve a Mendoza con la copa de vino rebosante: el equipo de Palermo es el único puntero, esperando que jueguen Lanús, River y Arsenal. Independiente, en cambio, mira la otra tabla. Quedó en zona de descenso con casi el mismo puntaje que Quilmes y un panorama oscuro: el Cervecero y San Martín de San Juan pueden pasarlo si suman de a tres esta fecha. Al Rojo le siguen metiendo palos en la rueda.
Fuente : Olé
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