Farías, que lleva una racha de 545’ sin meterla, no tuvo una clara. Sí Vidal, pero pegó en el palo.
Basta con ver el rendimiento ofensivo de Independiente, ayer con
Estudiantes, para darse cuenta de su alarmante falta de gol. Pero si no,
también alcanza con observar los números. Las estadísticas, esta vez,
certifican la carencia del equipo de Gallego: en lo que va del
campeonato, el Rojo metió 9 goles en 14 partidos. Es, claro, el equipo
que menos convirtió en este Inicial (lo sigue Tigre con 11). Y en La
Plata se extendió la mala racha general (ver aparte) y también la
particular de Ernesto Farías. El 9 de Independiente alcanzó los 545
minutos sin poder festejar un gol. El último fue ante Unión, la tarde
del 30 de septiembre en la que hizo doblete y el equipo ganó 2-0 en
Santa Fe. Después, nada. ¿Algo peor? Sí... Que ayer, ante el club del
cual surgió (algunos hinchas lo silbaron), no contó con una sola
situación de gol. De hecho, se destacó más por enviar algunos centros
que por ser él el receptor de dichos envíos.
El que sí tuvo una
clarita para empatar el partido (minutos antes del penal que Carrillo
transformó en el 2-0) fue Patricio Vidal. El delantero, que ingresó al
final del primer tiempo por el lesionado Villafañez, entró solo por el
costado izquierdo del área y sacó el remate cruzado que dio en el palo y
se fue afuera. Ya en los últimos minutos, otra vez Vidal tuvo una
chance de gol y Silva se lució al enviar la pelota al córner. Mala
racha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario